Organizar y facilitar un retiro es una experiencia profundamente gratificante… y también muy demandante. Como facilitadora, estás allí para sostener, guiar, cuidar los tiempos, ofrecer herramientas, responder dudas, acompañar procesos emocionales… y todo eso con presencia, sensibilidad y energía disponible.
Pero para poder sostener a un grupo, primero necesitas sostenerte a ti. Y eso, aunque a veces se olvide entre listas de participantes y horarios de actividades, es tan importante como cualquier meditación o dinámica del retiro.
En Casa Cal Faro lo sabemos bien. Por eso, además de ofrecer un espacio amoroso para los grupos, también cuidamos que quien facilita tenga lo que necesita para estar centrada, en calma y disponible.
Antes del retiro: sembrar desde la calma
La preparación de un retiro empieza mucho antes de que lleguen las personas. Y uno de los pilares de esa preparación es tu propio estado interno. Estar enraizada, con energía disponible y con claridad te permitirá no solo ofrecer tu mejor versión, sino disfrutar realmente del proceso.
💡 Algunas recomendaciones previas:
- Regálate unos días tranquilos antes del retiro. Evita llegar desde el caos o el cansancio acumulado.
- Organiza bien la información de los participantes: nombre, habitación, alergias o intolerancias alimentarias, tipo de transporte, necesidades especiales. Llevar esto ordenado desde el principio da muchísima paz.
- Trabaja en equipo. Si puedes, ven con una asistente que te ayude con la parte logística o administrativa. Tener a alguien que esté pendiente de detalles prácticos (habitaciones, agua, colchonetas, horarios, etc.) te libera mucho espacio mental.
En Casa Cal Faro, te acompañamos también en esta etapa: antes del retiro te facilitamos toda la información clave sobre la casa, los espacios, las comidas y el funcionamiento general, para que tú puedas centrarte en lo esencial.
Durante el retiro: pausas que recargan
Una vez empieza el retiro, entras en una especie de “modo presencia continua”. Estás disponible para sostener procesos, responder preguntas, organizar horarios, dar clases, resolver imprevistos… Es fácil olvidarse de una misma cuando todo el foco está puesto en el grupo.
Por eso es fundamental encontrar pequeños momentos para ti. Aunque sean solo cinco minutos, pueden marcar una gran diferencia.
🌿 Algunas ideas para sostenerte durante el retiro:
- Date una ducha larga y consciente antes de acostarte. El agua ayuda a soltar la energía acumulada.
- Tómate una infusión en silencio al amanecer, antes de empezar el día.
- Respira profundamente entre actividad y actividad. No hace falta una hora de meditación, a veces tres minutos bastan para volver al centro.
- En verano, regálate un baño en la piscina de Casa Cal Faro. El agua fresca y el paisaje alrededor tienen un efecto regenerador inmediato.
Recuerda: no se trata de aislarte del grupo, sino de recordarte dentro del proceso. Cuando tú estás bien, tu energía se transmite, tu mirada se vuelve más clara y tu guía más auténtica.
Después del retiro: integrar y descansar
A veces el cuerpo y la mente no registran todo lo vivido hasta que el grupo se ha ido. Por eso es tan importante no saltar directamente a la siguiente tarea o evento. Tomarte un tiempo de descanso después del retiro te ayuda a integrar, recargar y dar sentido a todo lo compartido.
💡 Si puedes, quédate una noche más en calma, duerme sin reloj, sal a caminar, escribe lo vivido. Agradece lo que fue. Deja espacio para cerrar antes de abrir lo siguiente.
Casa Cal Faro también cuida a quien cuida
En Casa Cal Faro no solo pensamos en los participantes: también pensamos en ti, que haces posible que cada retiro sea una experiencia real de transformación. Por eso, nuestro equipo está disponible antes y durante tu estancia para ayudarte con lo que necesites: desde adaptar los menús a las intolerancias alimentarias, hasta preparar los espacios según tu programa, o ayudarte a resolver cualquier detalle de último minuto.
También somos conscientes de que cada facilitadora tiene su estilo y necesidades, por lo que nos adaptamos para acompañarte desde el respeto y la colaboración.
Cuidarte es parte del retiro. No es un extra, ni una indulgencia. Es una forma de enseñar con el ejemplo, de mostrar que el bienestar, el descanso y la escucha interior también son parte del camino.
Y cuando te cuidas, algo muy bello sucede: sostienes desde la abundancia, no desde la obligación. Acompañas desde el centro, no desde la urgencia. Y el grupo lo siente.
Si estás pensando en organizar un retiro en Casa Cal Faro, aquí tienes un lugar donde no solo se cuida el entorno, la comida y los participantes… también se cuida a quien sostiene el corazón del encuentro: tú.
